Por Klaudia Vigdorova. Datos extraídos de Politikus. Traducción Marina Svetlova.
Lentamente repaso las fechas inolvidables de mi vida. Casi todas, de aquellas que más honda huella me dejaron, van unidas a mi pasado soviético.
Desde 1917, la humanidad conoce una nueva forma de vivir, de sentir, de gozar. La Civilización Soviética ha dejado huella en la cultura universal. Por ella, trabajo con todas mis fuerzas, ilusionada por hacer realidad sus enseñanzas. Porque millones de antiguas soviéticas y soviéticos reclamamos lo que nos han robado.
Recuerdo que nuestra realidad era muy distinta a la actual. Por mi jornada laboral recibía una paga digna, acordada por mis representantes laborales y la dirección de la fábrica, por encima siempre del coste de la vida, no al revés. Siempre cada año se revisaba en favor de la clase obrera. Porque nuestra labor servía, para poder alimentarme, vestirme y obtener los beneficios culturales que nos daba nuestro Estado. Eramos el factor principal, porque contribuíamos entre todas a un fin común, avanzar por conseguir una sociedad mejor. Tenemos un fin primordial en esta vida: disfrutar de lo que somos, de como actuamos, para qué producimos. Conseguir que cada año sea mejor que el anterior, que nuestros esfuerzos no sean estériles.
Vivo en el mundo donde el capitalismo lo acapara todo. Lo que valemos se haya enjaulado en unos papeles decrecientes de insatisfacciones, llamado dinero. Y no hay vuelta atrás, quieren ser dueños de nuestra vida, de nuestros deseos, de nuestra forma de pensar. Y así, constantemente los acaparadores de nuestras mentes, quieren desviarnos de pensar en construir una alternativa social. El marketing, los diarios, la propaganda del lujo van encaminados para que no te juntes con otros trabajadoras, para que solamente veas diferencias con nuestros compañeros, para que no exijas otro Sistema Social. Pero tenemos, todas y todos un espejo, nuestra sociedad soviética.
Porque las trabajadoras sometidas a la Dictadura del Mercado, olvidan que fuimos las parias, las que nada teníamos propio sino nuestras llagas, quienes levantamos NUESTRO PODER SOVIÉTICO, LA UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS.
Si. Desde hace bastantes años nos tienen declarada la guerra social. Desde 1917 tienen odio a nuestra clase. Porque cuando estamos unidos somos capaces de cambiar el rumbo de la existencia social.
Nosotras y nuestros compañeros, sin ninguna ayuda, restauramos la reconstrucción de la economía del país después de la Primera guerra mundial y la guerra Civil. Y aún después de la gran guerra patria. Estos hitos, lo hizo el pueblo, juntos, una hazaña que la humanidad nunca había conocido.Todos los indicadores económicos de desarrollo de la economía nacional del país, a partir de la segunda mitad del siglo veinte, exponían que eramos una sólida segunda economía en el mundo, después de los EEUU. Y no tenemos que olvidar que a través de las extensiones de la Unión Soviética, en el siglo XX, se desataron tres atroces guerras. Y que en el territorio de los Estados Unidos no hubo guerras durante los últimos ciento cincuenta años.
Pero hay un indicador que plasma en mucho el nivel alcanzado por nuestra sociedad. Nos situamos al mismo nivel en la producción industrial, y aún superándoles durante décadas. Inventando (el segundo lugar del mundo en cuanto a patentes del siglo XX), perfeccionando la producción de bienes, y aportando lo recibido a toda la población equitativamente, muy superior al mundo occidental
Nos envidiaban, era evidente pues precipitadamente, para que los trabajadores de sus países no exigiesen un cambio de régimen social, nos copiaron nuestros avances sociales. Porque teníamos el mejor régimen de educación general del mundo, que se tradujo en una formación profesional ajustada a lo que la sociedad requería en cada momento. Nuestras estudiantes, mujeres y hombres eran brillantes, inclusive por toda la Unión, había Olimpiadas de diferentes materias para elevar los niveles estatales, como estímulo. Así, cuando nuestras chicas y chicos ponían en comparación sus capacidades con los del resto del mundo, los dejaban muy atrás. Recuerden las palabras del presidente estadounidense John kennedy, quien dijo con amargura en los años sesenta que "los Soviéticos ganaron a los Americanos en la competencia por el Espacio, por su sistema educativo, que iba de la escuela al instituto directamente a sus estudios superiores sin alteración, que nosotros, los norteamericanos, tenemos que aprender de esta experiencia en la educación".
Pero nuestras capacidades se cimentaban en unas medidas sociales, que aún hoy son únicas. Iniciamos un perfeccionamiento de derechos, inigualable, por primera vez en la Historia de la Humanidad:
* Mujeres y hombres laborando en una jornada de ocho horas.
* Derecho a vacaciones pagadas.
* Imposibilidad de despido de un trabajador por iniciativa de la administración, sin consentimiento del conjunto de los trabajadores, de los sindicatos o del Partido.
* Oportunidad libre de acceder durante toda la vida al trabajo, era un derecho conseguido para toda la población, saliendo de las escuelas profesionales, obligatoriedad de colocación, transporte, estudio continuo de mejoramiento, suministro de vivienda, alimentos básicos y desarrollo de todas las capacidades de cada persona.
* Por primera vez, enseñanza del nivel infantil hasta la universidad, gratuitos. Por primera vez instituciones tipo como enseñanza preescolar, implantación de guarderías en las fábricas, ciudades, aún en las más lejanas aldeas, jardines de infancia y clubes de aficionados infantiles destinándose las mejores instalaciones como palacios, campamentos de pioneros durante los meses de verano completamente gratuitos.
* Primer Sistema de Seguridad Social, que fue copiado por todos los países.
* El mejor Sistema de Salud Preventiva, aún no logrado por los occidentales, ni en Europa ni los USA.
* El más avanzado Sistema de Capacitación General Física, accesible a toda la población, tanto deportiva como intelectual cultural. Aún ahora, pálidamente, por inercia, están avanzado en los países "civilizados del mundo".
* Extensión de la democracia a la población trabajadora, desde los niveles más básicos en las fábricas, centros escolares, ciudades, donde en asambleas se deciden todas las cuestiones de la vida en comunidad.
* Vigilancia Proletaria frente a las autoridades, jefes y oficiales, por primera vez en el mundo.
* La Defensa de los logros, de la Conquista del Socialismo llegó por primera vez al Espacio, con unos principios sólidos y claros. Nuestra capacidad militar se apoyaba en la planificación de la gran industria, en nuestros conocimientos científicos, merced a la cultura colectiva. Logramos construir por primera vez en la Tierra, una sociedad para las personas, libre de ricos, libre de explotación.
Las conquistas sociales de la mujer soviética
Además, de obtener los logros antes expuestos para toda población, especialmente las trabajadoras como miembros activos de la sociedad, conseguimos los siguientes derechos sociales sin parangón en el pasado:
* Derecho de tres años de licencia de maternidad con sueldo, (56 días totalmente pagados, 1,5 años de la prestación, de 3 años sin la interrupción de la antigüedad y de la prohibición hacia la administración del despido del puesto de trabajo) para poder mantener con libertad al bebé.
* Derecho al apoyo de una persona para ayudar al cuidado del bebé hasta un año.
* Derecho al envío de todos los productos lácteos para el mantenimiento de los bebes hasta los tres años.
* Asistencia médica domiciliaria gratuita, y control en sanatorio ante cualquier enfermedad infantil.
* El 51,4 % de la población activa eran mujeres, el más alto del mundo.
* Hubo una auténtica revolución laboral: en todas las ramas científicas participan las trabajadoras de forma manual e intelectual (fabril, termonuclear, biología, cosmonaútica, genética, filosofía). En muchos sectores su participación es mayoritaria como sanidad (83 %) o instrucción pública (74 %). (1)
En ningún país del mundo hubo durante los años treinta nada parecido. ¿Cuando aparecieron estos beneficios en los países extranjeros? Solamente después de la Segunda Guerra Mundial. Y ello fue debido a la influencia en los gobiernos del movimiento obrero, que exigían esos avances debido al influjo social soviético, el Estado de los obreros y campesinos.
Por eso las palabras de Mayakovski "¡Lean, envidien, soy ciudadano de la Unión Soviética!", este era el orgullo de cualquier habitante en la URSS, independientemente de su lugar de residencia, etnia, conocimientos o situación social.
(1) Datos STP Marzo 1982.
Fuente: http://politikus.ru/articles/61141-chto-dala-lyudyam-sovetskaya-vlast.html Politikus.ru
