Por Oleg K.
Una de las mayores masacres de la Gran Guerra Patria (2ª Guerra Mundial) fue la aniquilación física de la población eslava en la invasión de la URSS. Los historiadores occidentales tratan a los contendientes como adversarios que tenían sus razones para ir a la Guerra. Esta sofistería, ha hecho mucho daño a las siguientes generaciones de personas que vivieron después.
Aún hoy se disculpa a los nazis. Se siguen lanzando decenas de documentales sobre su ejército, sus armas, sus dirigentes, pero sobre todo la vida de Hitler. Como si los grupos audivisuales y editoriales quisieran que volviese, alaban sus recuerdos. Se estan argumentando desde el poder de los monopolios que cuando se tiene la fuerza hay que usarla por muchas víctimas que haya. Es el argumento catastrófico del fascismo. Demasiadas guerras ha habido desde entonces, y los medios de comunicación occidentales las han apoyado y alentado (Palestina, Argelia, Vietnam, Afganistan, Irak, Libia, Siria, etc.).
Las atrocidades del ideario de Hitler y sus secuaces, fueron parte de un plan metódico de liquidación de la raza eslava. Ahora todas estas genocidas ideas se obvian. Porque los hechos demostraron que los llamados aliados de los soviéticos también perseguían destruir el Sistema Social de la URSS. Dejándola sola en el enfrentamiento de todos los ejércitos nazis y sus aliados europeos desde el 41 al 44. Y solamente hicieron el Desembarco de Normandía, cuando vieron que el Ejército Rojo había liberado casi todo su territorio, y podía la Unión Soviética, sola, derrotar a la Alemania Nazi y sus aliados.
Como no pudieron destruirla, tras 1946 continuaron sus ataques económicos y políticos intentando aislar la admiración de los pueblos del mundo hacia la valentía de los millones de trabajadores soviéticos que se enfrentaron al cerco imperialista y al fascismo, hacia su modelo económico que estaba sacando de las tinieblas a las sociedades aplastadas por el imperialismo, de un modelo social donde la participación de la población en sus destinos y futuro era real, no meras intenciones jurídicas, como en la actualidad.
La magnitud del asesinato en masa de los prisioneros soviéticos.
Pero otro millón más murió en los campos de concentración. Por ejemplo en el campo de Gross-Rosen, los nazis asesinaron de hambre a 65.000 soviéticos. En Flossenburg, no se sabe con seguridad el número, se llegaron a quemar prisioneros aún con vida. En Majdanek cayeron (aún hoy no se sabe cuantos) víctimas de prácticas de tiro. En Mauthausen multitud de fuentes estiman que decenas de prisioneros de guerra soviéticos fueron ejecutados diariamente y como estaban al lado de los riachuelos cercanos al campo, estos se tornaban rojos regularmente.
Los medios de comunicación actuales hablan de los millones de judíos muertos. Pero ¿porqué se esconden, silencian y lo más horroso, se tergiversan los hechos realizados contra la Unión Soviética? Porque odian su sociedad ejemplar en casi todos los campos del saber, y hoy el saber está secuestrado.
Según los informes de la Academia de Ciencias de la URSS (1946-1991), del Instituto de Investigación y Datos sobre la Gran Guera Patria (1993-2007), la Academia de Ciencias de Rusia (1997-2015), Global Researchs Institute (2002-2014) y Unesco (2009-2012), en la Gran Guerra Patria (2ª Guerra Mundial), el Ejército Rojo tuvo aproximadamente 9 millones de soldados caídos, similar al número del Ejército Nazi. Pero a la vez entre prisioneros de guerra, cautivos civiles, bombardeos y liquidacion de la población de las áreas ocupadas, fueron segadas 17 millones de vídas soviéticas, niños, ancianas, mujeres, hombres.
¿Es lícito, en el mundo de la Información, actual, seguir ocultando semejante carnicería?. ¿Seguir enseñando la vida y obra de los carniceros fascistas?. ¿Seguir atacando un modelo social pacífico, creador de valores universales de fraternidad, libertad y mejoramiento de las relaciones humanas como es el Comunismo, como han demostrado los hechos, y que sus logros son aún copiados en todos los países que quieren establecer una sociedad libre del imperialismo?.
Las palabras son humo ante los hechos.
