Lunacharski presidió el tribunal que se declaró competente para juzgar a Dios por crímenes contra la humanidad. A las 08:15 horas del 16 de enero de 1918, comenzó el juicio público del pueblo ruso contra Dios. El cargo principal fue el de genocidio. A lo largo de las 6 horas que duró el juicio los fiscales fueron presentando innumerables pruebas que demostraban la culpabilidad del Todopoderoso, basándose principalmente en hechos históricos. En el banquillo de los acusados Dios, representado por una biblia, fue defendido por abogados designados a dedo por el estado soviético. La principal baza en la defensa fue la declaración de enajenación mental, desequilibrios psicológicos y fallos psíquicos de este, por lo que solicitaron su absolución. El tribunal desde un principio mostraba su rechazo a una absolución del acusado, ya que los delitos imputados a este eran sumamente graves.
El 17 de enero de 1917, tras cinco horas de testimonios, apelaciones y protestas, el tribunal declaró finalmente culpable a Dios de los delitos que había sido acusado: genocidio y crímenes contra la Humanidad. A Lunacharski ya sólo le quedó leer la sentencia: Dios moriría fusilado a la mañana del día siguiente. Lapena de muerte fue ejecutada por un pelotón de fusilamiento, que disparó varias ráfagas al cielo de Moscú.
En 1933 Lunacharsky fue nombrado embajador en España, pero falleció cuando se trasladaba aMadrid.